domingo, 19 de junio de 2016

Para el padre de corazón de mi hija en su día....

Existen algunas fechas que jamás se olvidan.

Te cuento que hoy hace 11 años quedé embarazada. Un 19 de Junio del 2005 y casualmente un día del padre...

Vos mas que nadie sabe que ser madre me ha cambiado la vida de muchas formas. Al principio fue una parada en seco, un re acomodo de la vida y el miedo más grande que he sentido, pero justo ahí fue cuando me dí cuenta que era valiente. Vos has sido testigo directo de que con mucho dolor, poco a poco fui soltando miedos, culpas, rencores y deseos de que todo fuera distinto.

Vos te has mantenido cerca de mi vida desde que Mariana tiene tres años. No estuviste el día de su nacimiento, pero sabes con detalles de mi parto y lo que sentía. No estuviste cuando dió sus primeros pasos, o dijo sus primeras palabras, pero has estado en todos los momentos que ella puede recordar, sus presentaciones, día del padre, navidad, conoces sus amigas, la has llevado andar en cuadra, caballo, cajón, sabes lo que le gusta, le enseñaste a ahorrar, te has sentado a ver la luna, incluso hasta compraste una silla para tu carro cuando la necesitaba. Has estado en más de la mitad de sus cumpleaños, la has llevado al golf, al boliche, y en cualquiera de las "primera vez" que hizo algo casi siempre estas vos a la par. Y todavía aprovechas cada oportunidad para ir a dejarla a la escuela.

Mariana te ama locamente. Vos te ganaste su respeto, amor y admiración como ningún otro hombre lo ha conseguido hasta ahora. Y no importa las cosas que sucedan, ustedes dos tienen un lazo tan fuerte, que estoy segura que nada va a poder separarlos. Yo creo que todo eso Mariana se ha encargado de demostrártelo todos los días.

Pero hoy, usando este medio, y aun con todas las cosas que han sucedido entre nosotros dos, soy yo quien quiere decirte lo que ha significado en mi vida tu presencia como papá de mi hija.

Vos has sido un pilar muy importante para mi y no se si te has dado cuenta.

Cuando vos llegaste a mi vida como pareja yo estaba llena de tantos muros, inseguridades y miedos. Te juro que tenía tanto susto de llevar una responsabilidad tan grande sola, que estoy segura que Dios tuvo compasión de mi y te mandó a ayudarme. Fuiste mi hombro cuando necesité llorar, fuiste mi relevo cuando me cansé, corriste buscando cosas que Mariana quería o necesitaba cuando yo no podía ir porque estaba en el trabajo o la universidad, me prestaste dinero cuando mi quincena no alcanzaba, me aconsejaste cuando sentías que me había equivocado, me abrazaste cuando ya no podía con la frustración y siempre manifestaste tu admiración por mi rol de mamá...

Y algo más que no creo que nunca te dieras cuenta... me permitiste vivir mi sueño de tener una familia. Amanecer los tres en una cama, ver películas juntos, rezar antes de comer agarrados de la mano los tres, cumplir tareas, pasear juntos, tomar decisiones, hacerse cosquillas, jugar, y tantísimas cosas que no podría jamás escribir aquí.

Hoy que ya no tengo tanto miedo, quiero que sepas que no tengo palabras para agradecerte.

GRACIAS a Dios por cruzarte en nuestro camino,  y GRACIAS a vos por tu bondad, tu comprensión, tu protección y sobretodo tu amor.

Para finalizar solo quiero decirte que me hubiera encantado tener un papá como vos!

No hay comentarios.: