Marzo 10, 2007
Con el anuncio de mi embarazo todo mi espíritu se despertó... Todos mis ideales y esperanzas se concentraron en vos… por la que me esfuerzo en ser una madre amante, una madre comprensiva, una madre perfecta... Al mismo tiempo que mi cuerpo iba transformándose mi mente iba imaginándose un ser que cambiaba y dibujaba mis sueños de niña pequeña, de adolescente, de mujer…Un momento maravilloso: mi embarazo, no podría describir estos instantes de fusión y de felicidad con la hija que tan intensamente deseaba… Un cúmulo de emociones, de esperanzas y de sueños se apoderó de mí al tenerte en mis brazos por primera vez… Recuerdo como llorabas, te miré toda pequeñita y todavía moradita por toda la complicación del parto y lo primero que te dije fue: Hoooola Mariana, soy mami!!! Me reconociste, y eso me hizo entender que estábamos conectadas para siempre…
Hace un año naciste nana … quisiera estar segura de enseñarte muchas cosas en nuestro camino juntas, por eso te escribo esta nota…
Me gustaría hija mía que aprendieras:
A disfrutar del amor, a confiar en tu fuerza, a enfrentar tus miedos, a entusiasmarte con la vida, a que pidas ayuda cuando la necesites, a tomar tus propias decisiones,a ser una buena amiga de vos misma.
A decir o callar según tu conveniencia, a quedarte con el crédito de tus logros, a no estar pendiente de la aprobación de los demás, a no absorber las responsabilidades de otros, a ser consciente de tus sentimientos y a actuar en consecuencia.
A poner límites, a sostenerlos, a tomar más riesgos, a aceptar los cambios, a realizar tus creencias, a ser capaz de llenar primero tu copa y luego la de los demás,A planear tu futuro pero no vivir en él.
A valorar tu intuición, a tomar tus propias decisiones, a hacer de la comprensión y el perdón tus prioridades, a aceptarte como sos, a disfrutar la diferencia entre los sexos,A aprender de los encuentros y de los fracasos, a que te permitas reír a carcajadas por la calle, sin ninguna razón. Pero, sobre todo, quisiera que hayas aprendido a no idolatrar a nadie, y a tu madre, menos que a nadie…
Mariana quisiera que siempre recordaras que agradezco infinitamente a Dios que mi fortuna se topara con tus ojos….
Te amo enana divina, eres mi bendición…
mami
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